5 cosas que debes saber sobre la licencia menstrual en Colombia

5 cosas que debes saber sobre la licencia menstrual en Colombia

La licencia menstrual, una medida fundamental para los derechos de las mujeres trabajadoras, se viene impulsando en Colombia.

Por Milena Trujillo Loaiza

1. ¿En qué consiste?

La licencia menstrual es una medida que brinda la posibilidad de trabajar en casa a mujeres y personas menstruantes durante 3 días de su período menstrual, poniendo a dialogar la menstruación con el mundo del trabajo, es decir, los derechos de las mujeres con los derechos laborales. 

Asunto urgente y que por fin se está iniciando en Colombia gracias a la lucha histórica de mujeres y colectividades.

2. ¿Por qué la licencia menstrual es urgente y necesaria?

Según estimaciones del DANE, Colombia cuenta con 52,694,952 personas a 2024,  Las mujeres constituyen el 51.2% de la población en Colombia, y representan el 52,2%  de las personas en edad y condiciones para trabajar del total nacional  .

La menstruación es parte esencial de la vida de este 52% de las personas en edad de trabajar.  De hecho, el ciclo menstrual, del cual la menstruación es la fase más visible, ha sido considerado como el quinto signo vital de las mujeres según el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia, siendo un indicador de su estado de salud general por aproximadamente los 40 años de su vida fértil. 

El sangrado menstrual, que se desarrolla aproximadamente una vez al mes en mujeres sanas, es un proceso fisiológicamente inflamatorio y puede durar entre 4 y 5 días en algunos casos, y en otros incluso 12 días o más, lo que significa que marca la cotidianidad de este 52% de la población: su salud, su ritmo de vida, su estado de ánimo, están determinados por el momento del ciclo que estén atravesando, que bien puede ser el sangrado o menstruación, así como otras fases como la ovulación o la lútea.

En algunas mujeres con enfermedades o desequilibrios de base como la endometriosis, la menstruación es dolorosa, lo que complica su situación durante los días de sangrado. Según el DANE, entre mayo de 2021 y mayo de 2023, un promedio de 9.2 mujeres del país tuvieron que interrumpir su trabajo por causas asociadas a la menstruación. 

Entonces, una licencia que permita trabajar desde casa mientras se menstrua, es una medida necesaria para el bienestar y la comodidad de las mujeres trabajadoras, y es urgente, pues esta mitad de la población lleva toda la vida trabajando sin este derecho, o sea, en condiciones de incomodidad y poco saludables que desconocen su naturaleza cíclica, lo que debe ser prioritario transformar.

3. ¿A quiénes beneficia?

Directamente a mujeres y personas menstruantes como hombres trans y personas no binarias. Inicialmente cobija a trabajadoras del sector público, y ojalá pronto también del sector privado.

En general, beneficia la salud pública, siendo una medida que toca la cotidianidad de la vida de más de la mitad de la población.

4. ¿Qué tan real es la contradicción entre la licencia menstrual y la productividad?

No existe tal contradicción. Como toda medida pública y política tiene sus críticas, e incluso sus riesgos. Sin embargo, estos no están asociados a la productividad pues siempre será más productiva una persona que trabaje en condiciones de bienestar y comodidad, en este caso desde su casa, a una persona que trabaje incómoda o enferma; una pérdida de productividad con la que cuentan actualmente países sin licencia menstrual, y que no está cuantificada.

Es importante aclarar que esta licencia no implica dejar de trabajar; sólo implica trabajar en casa, más cómodas, lo que sin duda puede aumentar la productividad.

Además, es una medida sin costos para los empleadores.

Por ende, las reales contradicciones frente a la licencia menstrual, si bien parecieran económicas por ser llevadas al plano de la productividad, son fundamentalmente políticas, o sea, de poder: el mundo quiere seguir funcionando con la alta productividad que genera contratar y pagar a hombres como mitad de la población (y ni siquiera esto podría decirse a cabalidad porque no podemos hablar de pleno empleo masculino), y dejar de contratar, precarizar o no remunerar a las mujeres como mayoría de la población. ¡Negocio redondo! Que ha significado para las mujeres una desigualdad económica estructural.

A modo de ejemplo, en la pandemia la mayoría de personas a nivel global trabajaron desde casa, el mundo siguió produciendo, y las mujeres triplicaron su jornada. De hecho, este último es uno de los principales riesgos para la implementación de esta licencia en un país donde el trabajo de cuidados es asumido principalmente por las mujeres: justamente la sobrecarga para ellas que puede traer. Un riesgo producido por el sistema, que no afectaría la productividad, sino, por el contrario, nuevamente la vida de las mujeres.

Por ende, la licencia como tal no trae riesgos. Los riesgos siguen viniendo de la desigualdad producida en un mundo que actualmente funciona bajo el capitalismo y el patriarcado.

5. ¿En qué va su implementación?

Varias entidades públicas han venido implementando la licencia menstrual, como la SAE y la Superintendencia de Economía Solidaria. Asimismo, el pasado 16 de enero de 2025, el Departamento Administrativo de la Función Pública emitió la Directiva 001 – 2025, donde acoge la medida e insta a otras entidades del Estado a implementarla.

De igual manera, la reforma laboral que ya fue aprobada en Cámara de Representantes y que debe iniciar debate en el Senado pronto, cuenta con artículos que buscan incluirla y otros que incluso avanzan un paso más allá para aquellas mujeres que sufren de endometriosis, otorgándoles licencia remunerada durante algunos días de su menstruación.

Ahora, es tarea de los congresistas hacer de esta licencia una ley, y es tarea de toda la población que cree en los derechos humanos, exigir la implementación de esta medida en el sector público y promoverla en el sector privado.

Ampliación de derechos y trabajo decente

Si de algo se trata la licencia menstrual es de ampliación de derechos: derechos menstruales, derecho a la salud, derecho al trabajo para las mujeres y personas menstruantes trabajadoras.

Como Voces por el Trabajo celebramos esta iniciativa, promovemos su implementación y ampliación, y nos reafirmamos en que el tiempo y la salud de las mujeres son aspectos clave para avanzar en derechos de las trabajadoras, en trabajo digno y decente, y en el desarrollo del país entero.

Milena Trujillo Loaiza

Feminista y defensora de derechos humanos. Amante de los animales y la naturaleza. Politóloga de la Universidad Nacional de Colombia, con estudios en curso de Maestría en Políticas de Desarrollo de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Investigadora con experiencia en género, conflicto armado, construcción de paz, participación, relacionamiento y comunicación política, gobierno abierto y democracia. Coordinó el informe «Mujeres sindicalistas: Entre violencias históricas, resistencias, legados de paz y democracia. Informe sobre patrones y contextos explicativos de la violencia contra mujeres del movimiento sindical en el marco del conflicto armado colombiano. Aporte a la Comisión de la Verdad».

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