Brecha salarial: el obstáculo que parece insuperable
Cada 18 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Igualdad Salarial, una fecha que busca visibilizar y combatir la desigualdad salarial entre hombres y mujeres a nivel mundial. A pesar de los esfuerzos de diversas organizaciones, la brecha salarial sigue siendo una realidad preocupante. Según datos de la ONU, las mujeres ganan en promedio un 20% menos que los hombres, incluso realizando trabajos de igual valor. Esta situación persiste debido a desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder entre géneros, que han mantenido a las mujeres en una posición desfavorecida en el mercado laboral.
Una brecha que se profundiza
Las disparidades salariales no son un fenómeno aislado; en todas las regiones del mundo, las mujeres enfrentan menores ingresos respecto a los hombres. Las mujeres migrantes y aquellas que trabajan en el sector informal se encuentran entre las más afectadas. Además, la ONU señala que las mujeres realizan tres horas más de trabajo de cuidados no remunerado que los hombres a nivel global, y para el caso colombiano se reporta que la dedicación en los hombres fue de tres horas y un minutos, y en las mujeres de siete horas y veintidós minutos (una diferencia de más de cuatro horas). Estas labores incluyen tareas domésticas como cocinar, limpiar y cuidar a familiares, lo que las deja con menos tiempo para trabajos remunerados y oportunidades de crecimiento profesional. A ello se suma la penalización de la maternidad, donde las madres trabajadoras perciben salarios más bajos, con una disparidad que aumenta a medida que tienen más hijos.
La persistencia de la brecha salarial de género se debe a varios factores. Entre los más relevantes se encuentran los estereotipos de género, las prácticas de contratación discriminatorias y las políticas que limitan el ascenso de las mujeres en sus trabajos. A nivel global, el 65% de las personas en edad de jubilación que no cuentan con una pensión son mujeres, lo que muestra que las desigualdades no solo afectan sus ingresos actuales, sino también su seguridad económica a largo plazo.
Otro aspecto preocupante es que solo el 28% de las mujeres empleadas en todo el mundo disfrutan de una baja de maternidad remunerada. Este es un derecho esencial que muchas mujeres no tienen, y que perpetúa la desigualdad de género en el trabajo. Además, las mujeres representan el 67% de la fuerza laboral en los servicios esenciales de salud y asistencia social, pero estos sectores siguen siendo mal remunerados y poco valorados, lo que contribuye a mantener la disparidad salarial.
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Lo que piensa Voces por el Trabajo de la brecha salarial
Milena Trujillo, coordinadora de Investigación de Voces por el Trabajo afirma que “las mujeres recibimos menos ingresos por el mismo trabajo”. En el marco del día de la igualdad salarial, hay que repetir que la situación laboral de las mujeres es difícil. Ellas ven afectados sus bolsillos de forma permanente bajo las condiciones actuales del mundo del trabajo, que sigue reproduciendo desigualdades e injusticias sociales. “Esta diferencia, o brecha salarial de género, tiene implicaciones directas en la desigualdad económica estructural y, por ende, en el desarrollo de los países, sosteniendo bajos niveles de bienestar para la mitad de la población”, afirma Trujillo
La investigadora continúa: “Para que esta brecha disminuya o se erradique, son necesarias políticas públicas que incentiven el acceso al empleo para las mujeres, incluso su sindicalización; el fortalecimiento de sectores económicos feminizados donde las personas, en su mayoría mujeres, suelen ser precarizadas y volcadas a la informalidad; la redistribución de las cargas de cuidado y, en general, políticas de redistribución económicas que pongan en el centro la ampliación de derechos para las mujeres.”
En Colombia, la situación de la brecha salarial es preocupante. Según el DANE, la tasa de desocupación entre las mujeres fue de 12.9% en julio de 2024, mientras que la de los hombres fue de solo 7.7% (menor a la media nacional), lo que refleja una brecha de 5.2 puntos porcentuales. Además, en brecha de género, la entidad registró un aumento de 1.2 puntos porcentuales, que pasó de 4 p.p. en julio del 2023 a 5.2 p.p. en julio del 2024, mientras que la tasa de desocupación de las mujeres incrementó en 1 punto porcentual y la de los hombres de 0.2 p.p.
Un llamado a la acción: Lograr la igualdad salarial
Lograr la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor es un paso crucial hacia la igualdad de género y el respeto de los derechos humanos. Organizaciones como las Naciones Unidas, ONU Mujeres y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han hecho un llamado a los gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil para que promuevan políticas que garanticen la equidad salarial. La Coalición Internacional para la Igualdad Salarial (EPIC) es un esfuerzo conjunto de estas instituciones para reducir la brecha salarial a nivel global, regional y nacional. Esta alianza busca apoyar a gobiernos, empleadores y trabajadores para que realicen progresos concretos hacia la igualdad de remuneración.
Es importante destacar que este no es un problema exclusivo de países en desarrollo. En Estados Unidos, las disparidades salariales son alarmantes: por cada dólar que gana un hombre blanco, las mujeres negras ganan solo 63,7 centavos, las indígenas 59 centavos y las latinas apenas 57 centavos. Esto demuestra que la lucha por la igualdad salarial es global, y que los esfuerzos deben intensificarse en todas partes.
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Un llamado urgente en Colombia y el mundo
La situación en Colombia exige una intervención urgente. No solo por las cifras alarmantes de desempleo femenino, sino también por las barreras que enfrentan las mujeres para acceder a trabajos decentes y bien remunerados. En un país donde la desigualdad salarial se ha incrementado en el último año, es vital que se tomen medidas para cerrar esta brecha y garantizar que las mujeres puedan acceder a las mismas oportunidades que los hombres, y de que el mercado laboral sea leído desde las desigualdades de género que implican las experiencias diferenciadas entre hombres y mujeres.
Este contexto refleja la importancia de los Días Internacionales, como el Día Internacional de la Igualdad Salarial, que permiten visibilizar problemáticas de gran relevancia y promover acciones concretas. Estas conmemoraciones no solo sirven para generar conciencia, sino también para que gobiernos, organizaciones y ciudadanos impulsen cambios estructurales que beneficien a los grupos más vulnerables.
En definitiva, la lucha por la igualdad salarial es un reto complejo que requiere del compromiso de toda la sociedad. Si bien se han logrado algunos avances, queda mucho trabajo por hacer para garantizar que las mujeres y hombres reciban un pago justo por su trabajo. A nivel global y en Colombia, la igualdad salarial debe ser una prioridad en la agenda política y social para asegurar un futuro más justo y equitativo para todos.
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