Termina la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra
La 112ª Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada del 3 al 14 de junio de 2024 en Ginebra, ha concluido con la participación de destacados representantes colombianos, entre ellos Percy Oyola, presidente de la CGT, y Gloria Inés Ramírez, ministra de Trabajo de Colombia. Durante este evento, delegados de empleados, empleadores y gobiernos de los 187 países miembros de la OIT deliberaron sobre una amplia variedad de temas cruciales para el ámbito laboral.
¿Qué es la Conferencia Internacional del Trabajo?
La Conferencia Internacional del Trabajo es el principal órgano de decisión de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, reuniéndose anualmente en Ginebra. Su función es discutir y adoptar normas internacionales del trabajo, controlar su aplicación y aprobar el programa y presupuesto de la organización. Además, elige a los miembros del Consejo de Administración y puede admitir nuevos estados miembros.
Las delegaciones nacionales tripartitas, compuestas por gobiernos, empleadores y trabajadores, junto con observadores, participan en sesiones plenarias donde se debaten temas como los informes de los participantes, el informe del presidente del Consejo de Administración, así como en comisiones permanentes y técnicas para discutir puntos específicos del orden del día.
Antecedente a la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo
El contexto del programa de la OIT en 2022-2023 se desarrolló en un escenario de desaceleración económica global, lento crecimiento del empleo y aumento de las desigualdades, combinado con múltiples crisis como el cambio climático y la desconfianza en las instituciones públicas.
Estos desafíos subrayaron la importancia de la justicia social y la necesidad de un nuevo contrato social centrado en las personas, la igualdad de oportunidades y el acceso a servicios esenciales. La OIT organizó la Cumbre sobre el Mundo del Trabajo en junio de 2023, promoviendo la creación de una coalición mundial para la justicia social, dirigida a un futuro del trabajo sostenible y justo, y movilizando la cooperación multilateral.
La Conferencia que terminó
En la conferencia de 2024, los principales temas debatidos incluyeron la protección contra riesgos biológicos, los principios y derechos fundamentales en el trabajo, la economía del cuidado y el trabajo decente, así como la situación de los trabajadores de los territorios árabes ocupados.
Además, se discutieron temas administrativos, financieros y presupuestales propios de la colectividad. Uno de los puntos destacados fue la evaluación de las consecuencias de las múltiples crisis interconectadas en la aplicación efectiva de los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
El director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, en su discurso inaugural, destacó la estabilidad económica global con un crecimiento del PIB del 3,2% y una reducción de la inflación proyectada para 2024 y 2025, lo que podría mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, alertó sobre el aumento de las tensiones geopolíticas en regiones como Oriente Medio, Gaza, Yemen, Sudán, Haití, Ucrania y el este de la República Democrática del Congo. Además, expresó su preocupación por la falta de progreso en el tratado sobre pandemias.
En cuanto al mercado laboral, dijo que se prevé una ligera disminución del desempleo al 4,9%, aunque persisten grandes desafíos. De igual manera, anunció que la OIT introdujo un nuevo índice de “déficit de empleo” que estima 402 millones de empleos faltantes. Por último, subrayó las persistentes desigualdades de género en el empleo y la necesidad de invertir en formación y actualización de competencias para aprovechar las oportunidades de la inteligencia artificial.
Durante la conferencia, se conmemoró el del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el 12 de junio, bajo el lema “Cumplamos nuestros compromisos: Acabemos con el trabajo infantil”, conmemorando los 25 años del convenio sobre las peores formas de trabajo infantil.
También se realizó el Foro Inaugural de la Coalición Mundial por la Justicia Social, un espacio para que los socios discutieran temas relacionados con la justicia social y compartieran conocimientos y experiencias.
Colombia en la Conferencia
En representación del Gobierno Nacional, la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, destacó en su intervención que “la justicia social es el fundamento sobre el que descansan las estrategias de intervención en favor de la redistribución de la riqueza y la tutela diferencial para los menos favorecidos, no dejando a nadie atrás.”
Subrayó que la reforma laboral en Colombia, actualmente en debate en el Congreso, busca alinear al país con el esquema de universalización de derechos fundamentales en el trabajo para brindar a empresas y trabajadores garantías de ciudadanía a través de la garantía de un trabajo decente. La ministra enfatizó la importancia de fortalecer la libertad sindical y la negociación colectiva, y destacó las medidas para la formalización de los trabajadores rurales y la ratificación del convenio 190 de la OIT sobre la violencia y acoso en el trabajo.
Por su parte, Percy Oyola, presidente de la CGT, quien tuvo la vocería de las centrales sindicales, subrayó la necesidad de un nuevo contrato social para fortalecer los valores democráticos y la justicia social, permitiendo así avanzar hacia la paz. Señaló que “un contrato social renovado no puede ser solo palabras; debe ser acompañado por acciones que promuevan la inclusión de todos en la sociedad y estén basadas en la justicia social.”
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Temas transversales al debate de la Conferencia Internacional
Durante esta versión del encuentro de la OIT, se publicó el informe referente al trabajo decente y la economía del cuidado. Este destaca que la economía del cuidado es esencial para el bienestar humano, social y económico, abarcando tanto el trabajo remunerado como el no remunerado. Cabe aclarar que este sector incluye actividades como el cuidado infantil, la atención a personas mayores, el apoyo a personas con discapacidad y enfermedades, y el autocuidado, generando 381 millones de empleos a nivel mundial. Su relevancia se destacó durante la pandemia de COVID-19, subrayando su papel en la sociedad.
A pesar de su importancia, visibiliza el informe, la economía del cuidado enfrenta desafíos significativos, especialmente en términos de desigualdades de género. Las mujeres dedican significativamente más tiempo al trabajo de cuidados no remunerado en comparación con los hombres, lo que afecta su participación en el empleo productivo y decente. Además, muchas trabajadoras del cuidado enfrentan malas condiciones laborales, una situación que se ha agravado con la pandemia.
Concluye señalando que invertir en la economía del cuidado es crucial para mejorar la infraestructura y los servicios, haciéndolos más resilientes ante crisis y ofreciendo mejores oportunidades laborales. Estas inversiones pueden corregir la distribución desigual del trabajo de cuidados no remunerado y promover la igualdad de género. Políticas como las de licencia por cuidado y servicios de cuidado, junto con enfoques integrados y coherentes a nivel regional, nacional y municipal, son fundamentales para promover una economía del cuidado robusta y sostenible.
Otro tema crucial durante la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo, fue la discusión sobre la protección contra peligros biológicos en el entorno laboral. Este debate es parte de un proceso normativo que podría llevar a la adopción de una norma internacional sobre este tema en futuras conferencias. La importancia de este asunto radica en la necesidad de establecer estándares y directrices claras para mitigar riesgos asociados con agentes biológicos como virus, bacterias y otros patógenos, que pueden causar enfermedades y problemas de salud en los trabajadores.
Los delegados discutieron la implementación de medidas preventivas y de protección para los empleados expuestos a estos riesgos, destacando la necesidad de mejorar las prácticas de higiene, el uso de equipos de protección personal y la capacitación adecuada de los trabajadores. Además, se subrayó la importancia de una respuesta rápida y eficaz ante brotes de enfermedades infecciosas en los lugares de trabajo, así como la necesidad de actualizar y fortalecer las políticas y normativas existentes para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Esta iniciativa busca crear un entorno laboral más seguro y saludable, alineado con las mejores prácticas internacionales.
La 112ª Conferencia Internacional del Trabajo concluyó destacando la necesidad de avanzar hacia un nuevo contrato social que fortalezca la justicia social y los derechos laborales en un contexto global desafiante. La protección contra peligros biológicos en el entorno de trabajo, la economía del cuidado y el trabajo decente fueron y seguirán siendo temas centrales no solo para la OIT, sino para el movimiento sindical internacional, todo ello en medio de un panorama geopolítico en constante disputa.
Con un enfoque en la inversión en formación y actualización de competencias, así como en la implementación de políticas inclusivas, la OIT y el movimiento sindical proponen hacerle frente a las condiciones laborales precarias, en un contexto que exige nuevos enfoques y visiones, de cara a la implementación de complejas tecnologías.
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