El convenio 190 de la OIT solo espera trámite en el Congreso para ser ratificado
El Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) está un paso más cerca de convertirse en ley en Colombia. El 16 de febrero, en Bogotá, se llevó a cabo el acto de radicación del proyecto de ley para su ratificación. Este evento fue organizado por el gobierno nacional, que tiene la responsabilidad de presentar tales iniciativas, y estuvo liderado por los Ministerios del Trabajo y de Relaciones Exteriores.
Durante la jornada, diversas personalidades dirigieron sus palabras tanto a los asistentes como a los medios de comunicación presentes. Entre ellos estuvieron la representante de ONU Mujeres en Colombia, la delegada de la OIT para el Área Andina, la Ministra del Trabajo, el representante de las Centrales Sindicales, el representante de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y varios congresistas.
Este paso hacia la ratificación del Convenio 190 marca un hito significativo en el compromiso de Colombia con la erradicación de la violencia y el acoso en el ámbito laboral, alineándose con los estándares internacionales promovidos por la OIT.
Al final del acto también se realizaron dos paneles académicos con invitadas del mundo del trabajo que se refirieron a la lucha que habían dado por conseguir, primero el convenio 190 en la OIT y luego, que se presentara el proyecto de ley para ratificarlo por parte de Colombia. Los paneles fueron transmitidos por las redes sociales del Ministerio del Trabajo.
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¿Qué dijeron las personalidades?
Alfonso Palacios, el vicepresidente de asuntos jurídicos de la Andi fue el primero en tomar la palabra. El representante de los empresarios destacó el acuerdo alcanzado en la Mesa de Concertación para la presentación de este proyecto de ley, resaltando la importancia del diálogo social y la colaboración entre los distintos sectores para abordar estas problemáticas. Expresó el compromiso del sector empresarial en la protección de las víctimas de acoso y violencia laboral, y señaló la necesidad de políticas que garanticen un ambiente laboral seguro y respetuoso para todos los trabajadores.
Luego el turno fue para Fabio Arias Giraldo, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. Él fue el encargado de hablar por las centrales sindicales y por el Comando Nacional Unitario. El dirigente expresó su apoyo al proyecto de ley y destacó la importancia de este convenio en la protección de los derechos de los trabajadores, especialmente de las mujeres. Se refirió a la violencia laboral como un fenómeno generalizado que afecta especialmente a las mujeres trabajadoras y señaló la necesidad de una reforma laboral integral que atienda estas problemáticas. Asimismo, instó a los empresarios a seguir respaldando este convenio y a trabajar en conjunto para garantizar un ambiente laboral seguro y respetuoso para trabajadoras y trabajadores.
Bibiana Aído Almagro, la representante país de ONU Mujeres fue la siguiente en dirigirse a los asistentes y a los medios. Destacó la importancia de radicar el proyecto de ley y de la ratificación del Convenio 190 de la OIT. Hizo hincapié en que las mujeres no buscan ser valientes, sino ser libres de violencia en todos los ámbitos de sus vidas, incluido el laboral. Destacó la necesidad de un enfoque de género en la ratificación de este convenio, ya que son las mujeres las más afectadas por estas violaciones de derechos. Asimismo, subrayó la importancia de no dejar a nadie atrás en este proceso, haciendo un llamado al acompañamiento de hombres y mujeres en esta lucha por la justicia laboral.
La siguiente en hablar fue Ana Virginia Moreira, directora regional para América Latina y el Caribe de la OIT. Dijo que Colombia estaba un paso más cerca de garantizar un espacio libre de acoso y violencia en el lugar de trabajo. Argumentó que es un derecho fundamental de todo trabajador tener un lugar libre de violencia y acoso. Resaltó que muchas naciones del mundo ya han ratificado este tratado y destacó que Colombia esté avanzando en ese sentido. De la misma manera, se refirió al diálogo social que hubo para llevar al congreso la ratificación del Convenio 190 y aupó para que ese se siga dando en la implementación del mismo. Finalizó con la disposición de la OIT para acompañar al gobierno, los empresarios y los congresistas.
La representante a la Cámara María Fernanda Carrascal también tomó la palabra. Se mostró emocionada por ver la cara de las decenas de mujeres que estaban en el escenario. Reconoció el trabajo de la Mesa de Concertación y agradeció al Comité Impulsor, un grupo de mujeres que “se puso la camiseta” para lograr que este Convenio 190 sea presentado en el congreso. Dijo que un mundo del trabajo libre de acoso y violencia es un mundo del trabajo más productivo y finalmente resaltó el compromiso de la bancada del gobierno para apoyar la ratificación del Convenio 190 en el Congreso.
Esta serie de intervenciones la concluyó la Ministra del Trabajo Gloria Inés Ramírez. La Ministra destacó el hito histórico que representa la radicación de este proyecto de ley, señalando que es un paso importante en la prevención y sanción de las violencias de género en el ámbito laboral. Hizo un llamado a la responsabilidad de todas las partes involucradas para garantizar que este proyecto salga adelante y se convierta en ley. Asimismo, resaltó la importancia de este convenio en la protección de los derechos de las mujeres trabajadoras y en la promoción de espacios laborales seguros y libres de violencia.
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La lucha por el convenio 190
Para lograr el Convenio 190 de la OIT se han tenido que movilizar muchos trabajadores alrededor del mundo. Esta ha sido una lucha principalmente de las mujeres sindicalistas que asistieron a las conferencias de la OIT y que desde años atrás venía peleando por la aprobación del mismo. Siempre se encontraban con que el sector empleador, y en algunos casos, los gobiernos, no estaban dispuestos a aprobar un nuevo convenio. En muchas ocasiones la excusa era que se perderían empleos al implementar nuevas disposiciones en materia regulatoria para el mundo del trabajo a nivel internacional.
Pero el sindicalismo y las mujeres no dieron su brazo a torcer. Estaban empeñadas en conseguir un convenio que evitara el acoso y la violencia en el mundo del trabajo y que propendiera por espacios de trabajo seguros. Por eso en 2019 lograron que se hiciera posible el Convenio 190.
Tuvieron que pasar 7 años para que la OIT tuviera un nuevo convenio. El último había sido en 2011, el 189 sobre Trabajo Doméstico. De una u otra forma, la OIT estaba en crisis y el Convenio 190 fue una victoria para el sindicalismo global impulsado por las mujeres de todo el mundo.
Lo anterior en el plano internacional. Ahora, en Colombia, la lucha tampoco fue fácil para llegar al histórico 16 de febrero. Tuvieron que pasar muchas movilizaciones, talleres de discusión y cientos de paneles para hablar de la necesidad y la importancia de ratificar el Convenio 190. La oposición, en parte del gobierno anterior y de los empresarios, no había permitido llegar a un acuerdo en la Mesa de Concertación de Políticas Publicas y Salariales, instancia que debe tramitar este tipo de discusiones.
Desde el 2019 fue la lucha de las mujeres del sindicalismo, de organizaciones de la sociedad civil, de congresistas y de otros sectores interesados en el tema. Pero solo hasta el año pasado fue posible. Durante una reunión de la Comisión, las mujeres realizaron un plantón y exigieron al propio Ministerio del Trabajo firmeza para que el Convenio 190 se discutiera y ese día, en la Comisión, trabajadores, empresarios y gobierno se pusieron de acuerdo en que el convenio debería ir al Senado para que se convirtiera en Ley de la República y de esta manera sea ratificado por Colombia.
En conclusión, la ruta que ha tenido el Convenio 190 no ha sido fácil, ni en la OIT, ni en Colombia, pero la radicación del proyecto de ley para su ratificación el pasado 16 de febrero muestra un buen camino. Ojalá la aprobación en el senado no sea muy demorada y su discusión empiece la próxima semana. Este convenio beneficiará al mundo del trabajo y a todo quienes hacen parte de él, principalmente a las mujeres. ¡Un mundo del trabajo libre de acoso y violencia es posible!
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