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Lo que hay detrás de San Valentín para trabajadoras y trabajadores de las flores

San Valentín es la excusa de muchas personas del mundo para regalar flores como expresión de amor. Sin embargo, detrás de esta tradición se esconde una realidad laboral precaria y derechos humanos vulnerados en los países productores.

Aunque Colombia no celebra el día de los enamorados el 14 de febrero, sino que es en septiembre cuando celebramos el amor y la amistad, la temporada de San Valentín es crucial para la producción de flores. Este impulso se debe a la alta demanda que genera San Valentín en muchos países del mundo, especialmente en Estados Unidos, lugar al que se exporta el 80% de la producción.

A pesar de la vitalidad del sector floricultor para la economía colombiana, su organización laboral presenta serias deficiencias; la intermediación laboral y los contratos temporales dejan a las trabajadoras y trabajadores en una situación de precarización y vulneración de derechos, con pocas opciones de negociación y una fuerte persecución sindical.

La floricultura es una de las actividades económicas más importantes para el país y, actualmente, es el cultivo de exportación agrícola no tradicional más influyente a nivel nacional. Colombia ha aumentado sus exportaciones a través de los años, en 2022, según datos de Asocolflores, los productores exportaron alrededor 2.052 millones de dólares, representados en unas 320 mil toneladas de flores. De la misma manera, según datos del DANE, en el periodo de enero a octubre de 2023, se exportaron flores por valor de 1.750 millones de dólares lo que equivale a 254 mil toneladas aproximadamente.

Para la temporada de San Valentín del 2024, según cálculos de Asocolflores, fueron enviadas 52 mil toneladas de flores solo a Estados Unidos. Son aproximadamente 700 millones de tallos los que fueron cultivados y cortados en la floricultura colombiana desde noviembre  del año anterior, hasta las semanas previas al 14 de febrero.

Este sector, priorizado por el Plan de Acción Laboral entre Colombia y Estados Unidos, genera más de 200.000 empleos entre directos e indirectos, representando el 25% del empleo de las mujeres rurales en el país. No obstante, más de la mitad de las personas laboran bajo alguna modalidad de tercerización laboral o de trabajo temporal, según estimaciones de investigadores sociolaborales y dirigentes sindicales.

A pesar de su importancia económica, el sector de la floricultura se caracterizada por la falta de estabilidad laboral y la violación de los derechos laborales. Las jornadas de trabajo, en vísperas de San Valentín, se extienden más allá de los límites razonables, con horarios agotadores que van desde la madrugada hasta altas horas de la noche. Esta sobreexplotación, combinada con la manipulación de registros y la imposición de “bancos de horas”, crea un entorno laboral hostil que afecta la salud física y emocional de trabajadores y trabajadores.

El trabajo en el sector de las flores conlleva riesgos significativos para la salud de los y las trabajadoras. Desde movimientos repetitivos hasta condiciones ambientales difíciles, como temperaturas extremas y terrenos inestables. Dichas condiciones contribuyen a un alto índice de accidentes y enfermedades laborales.

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Un llamado a la acción

Es fundamental que como ciudadanía reconozcamos y enfrentemos las injusticias laborales en la industria de las flores. El 14 de febrero se conmemora también el Día de las Trabajadoras y Trabajadores de las Flores y debe ser, más que una ocasión para celebrar, un momento para reflexionar y exigir un cambio hacia un ambiente laboral decente, justo y seguro para ellos y ellas.

Debemos abogar por la implementación de políticas que protejan los derechos de trabajadores y trabajadoras de las flores, que se promueva la sindicalización y se aseguren condiciones laborales dignas. La industria de la floricultura en Colombia no puede seguir prosperando a expensas del bienestar de quienes la sustentan.

Mientras el mundo celebra el amor con flores, no podemos ignorar las condiciones laborales que hay en esta industria. Es hora de exigir un cambio real que asegure el bienestar y la dignidad de quienes trabajan en la floricultura colombiana. Este 14 de febrero, cuando compres o regales flores piensa en los miles de trabajadores y trabajadoras que lo hicieron posible. También es un día para conmemorar sus luchas por unos lugares de trabajo mejor.

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