Isagen, Brookfield, elusión de impuestos y el fantasma del racionamiento energético
Isagen es la segunda generadora de energía eléctrica en Colombia y es propiedad de la multinacional canadiense Brookfield, uno de los mayores fondos de inversiones del mundo. ¿Pero qué tiene que ver con la elusión de impuestos y con el fantasma del racionamiento eléctrico en Colombia? Recientemente fue presentado un estudio de varias organizaciones sindicales sobre el tema. Veamos que dice.
La investigación se denomina: “Isagen propiedad de Brookfield: un ejemplo para exigir cambios tributarios a nivel mundial” y fue realizado por diversas organizaciones como la Internacional de Servicios Públicos, ISP y el Centro Internacional de Responsabilidad e Investigación Empresarial – Cictar, en conjunto con los sindicatos Sintraisagen, Organisa, Sintrae y Sinedian.
Algunas de las conclusiones del documento son que Isagen redujo las inversiones y aumentó las utilidades. También dice que la empresa parece utilizar las amortizaciones a la deuda como una forma de distribuir ingresos a las subsidiarias de Brookfield en Bermudas, un reconocido paraíso fiscal, esto hace que la empresa pague menos impuestos e inviertan menos en las y los trabajadores.
El informe de las organizaciones sindicales comienza hablando de Brookfield, luego cuenta un poco sobre Isagen, posteriormente se refiere a los salarios de los trabajadores. Continúa analizando la deuda de la multinacional y la posible elusión de impuestos para terminar diciendo que es necesario revisar el sistema tributario internacional. Además, el documento incluye una declaración hecha por Brookfield después de conocer la investigación.
Los hallazgos de la investigación sobre Isagen y Brookfield
Brookfield Asset Management es uno de los mayores gestores de inversiones del mundo, especializado en capital de riesgo, el sector inmobiliario y el sector energético. La multinacional, con sede principal en Canadá, tiene más de US$900 mil millones en activos en más de 30 países, incluidos US$59 mil millones en América del Sur.
El año anterior, según la información recopilada en el documento de las organizaciones sindicales, Brookfield registró ingresos de US$96 mil millones. En el sector energético mundial, las empresas controladas por Brookfield tienen una capacidad instalada de 33.000 megavatios.
La multinacional controla el 99.7% de las acciones de Isagen, empresa de la que el estado era propietaria mayoritaria hasta el 2016 cuando vendió el 57,61% a Brookfield. Esa transacción tuvo un monto aproximado de 7 billones de pesos.
Hay que recordar que Isagen es la segunda empresa en generación de energía en el país, con el 23.8% del mercado, cifra del 2022 lo que se traduce en una capacidad efectiva neta cercana a los 3.000 megavatios.
Las organizaciones sindicales también encontraron, durante la investigación, que las utilidades de Isagen aumentaron en un 635% desde la privatización, pero esto no se ha visto reflejado en el la mejora de condiciones para sus trabajadores, pues los gastos de personal solo aumentaron el 49% en este periodo.
Sobre lo anterior, Oscar Alveiro Vallejo Giraldo, presidente de Sintraisagen, manifiesta que, “desde que se dio la privatización de la empresa en el 2016, la nueva administración de la compañía inicio un plan de optimización con el propósito de maximizar sus utilidades, es decir, hacer más rentable la inversión, y en ese sentido los trabajadores hemos estado expuestos en algunos casos, tales como: mayores cargas de trabajo; contratación de nuevos trabajadores con salarios más bajos; limitar la posibilidad de que los trabajadores afiliados a Sintraisagen mejoremos las condiciones de trabajo; someternos a un Tribunal de Arbitramento y continuas prácticas antisindicales que afectan la organización sindical”
Otro de los temas analizados tiene que ver con la deuda que tiene la empresa y que aumentó desde su privatización. Según el documento, “hay un fuerte indicio de que la formación de la deuda de Isagen es parte de una estrategia para disminuir la disponibilidad de efectivo en Colombia y por lo tanto la renta gravable”. Se sabe que la deuda es con empresas que tienen sede en Bermudas y que hacen parte de la multinacional Brookfield, pero no se tiene claridad de cuales son, por ejemplo, las tasas de interés que se pagan por esos créditos.
“En pocas palabras, esto parece ser un traslado de beneficios para justificar la limitación de las demandas de remuneración de los trabajadores y evitar el pago del impuesto sobre la renta en Colombia”, afirma la investigación.
La crisis energética y la discusión por la privatización de Isagen
A finales de marzo y a raíz de la “vaca” iniciada por el Gobernador de Antioquia, el Presidente de la República Gustavo Petro recordó la advertencia que había hecho en el 2016 sobre la venta de Isagen. Dijo que con esa venta se cometió un error porque se sacrificó el control del agua y que eso ha llevado a una especulación de las tarifas de energía.
Es de anotar que el estudio de las organizaciones sindicales da cuenta de un aumento en el precio de la energía del 30.23% energía enero del 2022 y octubre del 2023.
Lo que piensa la ISP
La Internacional de los Servicios Públicos, ISP, es un sindicato global que agrupa a 20 federaciones en las que están afiliados 20 millones de trabajadores y trabajadoras de los servicios públicos en más de 160 países. La labor de la ISP es defender los derechos humanos laborales, promover la justicia social y el acceso a unos servicios públicos de calidad.
La sede para los países andinos está ubicada en Colombia y es dirigida por Susana Barria quien se refirió al estudio presentado y a lo que esperan que suceda con el mismo. Dijo que para la ISP es muy importante que este tipo de estudios sean apropiados por las y los trabajadores para que conozcan la situación de las empresas y puedan reclamar mejores condiciones laborales. Tambien dijo que esperan socializar ampliamente el informe para que los usuarios de los servicios públicos lo entiendan.
Barria aseguró que es importante entender las implicaciones de la venta de una empresa como Isagen a capital privado y que esperan contribuir al debate a través del estudio presentado.
“Este informe revela como el cambio de perspectiva del propietario de una entidad cambia radicalmente las estrategias de la compañía resultando en impactos negativos para las comunidades, las y los trabajadores y el Estado. Necesitamos volver al camino público, que no solo es un tema de propiedad pública de los sistemas de energía, sino también de una ética pública, una perspectiva hacia el bien común lo cual necesita de sistemas de participación para las comunidades y las y los trabajadores del sector”, dijo la directiva de la ISP.
Sobre una siguiente etapa de la investigación sobre Brookfield, Susana Barria dijo que posiblemente indaguen en Brasil, donde ocurrió una privatización muy similar a la de Isagen.
El estudio completo puede ser consultado aquí
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