Asi esta el trabajo decente en la sexta empresa mas grande de Colombia

Así está el trabajo decente en la sexta empresa más grande de Colombia

¿Trabajo decente? ¿Qué es? Aquí les contamos un poco más y como está en una de las empresas más grandes de Colombia.

Por CLA

Las jornadas de trabajo decente se realizan cada año en el mes de octubre. En Voces por el Trabajo, nos propusimos analizar algunas de las 10 principales empresas de Colombia, según el ranking de la Superintendencia de Sociedades . Aunque la intención inicial era conversar con todas las fuentes, no fue posible obtener información directa de todas las empresas. Sin embargo, logramos hacer un análisis detallado de una de ellas. Además, hablamos con directivos de organizaciones sindicales presentes en esa empresa para evaluar las condiciones de trabajo decente.

Según Supersociedades, las 10 principales empresas del ranking de las 1000 más importantes de Colombia en 2023 fueron: Ecopetrol, Reficar, Avianca, Terpel, Nueva EPS, Empresas Públicas de Medellín, D1, Almacenes Éxito, Drumond y Emgesa. La suma de los ingresos operacionales de estas empresas fue de casi 314 billones de pesos y las ganancias de más de 32 billones. 

Algunas de estas empresas son grupos empresariales con presencia en otros países, sin embargo, el gran número de trabajadores y trabajadoras están en Colombia, en sus casas matrices o en las empresas que controlan en el país. Sumando las cantidades que las empresas reportan en sus informes públicos, estas compañías tienen una cifra aproximada de 120 mil trabajadores y trabajadores que con su esfuerzo contribuyen a la generación de las ganancias obtenidas el año anterior. Una cuenta rápida y sin mayor rigor nos dice que cada trabajador, generó en promedio, ingresos por 2.616 millones de pesos y aportó ganancias de 267 millones para esas empresas. 

Cabe destacar que en los informes de sostenibilidad que presentan las compañías, estas buscan alinearse con los objetivos de desarrollo trazados por la ONU y entre esos objetivos está el trabajo decente. 

¿Qué es el trabajo decente? 

En 2015, la Organización de Naciones Unidas se reunió y planeó una agenda denominada Agenda 2030, en ella se plantearon 17 objetivos de desarrollo sostenible, los ODS. El número 8 es trabajo decente y desarrollo sostenible. Según la página web de la ONU “trabajo decente significa oportunidades para todos de conseguir un trabajo que sea productivo y proporcione unos ingresos dignos, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, así como mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social”

Pero de trabajo decente no solo se viene hablando desde el 2015. El término fue acuñado por el primer y único latinoamericano que ha sido director general de la OIT, el organismo tripartito internacional que se encarga de los temas del mundo del trabajo. En 1999, y según el informe de la 87 conferencia anual de la OIT, Juan Somavía introdujo el término de trabajo decente como respuesta al deterioro de las condiciones de las y los trabajadores en esa década. Además se propuso como una forma de agrupar a nivel global y en comprensión de las diferencias culturales entre países unos aspectos elementales a la hora de hablar de condiciones laborales. 

Han pasado 25 años y, desde entonces, la OIT y otros organismos internacionales han seguido hablando y profundizando sobre el término “trabajo decente” el cual tiene cuatro principios fundamentales:

  1. Empleos con ingresos justos.
  2. Seguridad y protección social. 
  3. Libertad de asociación sindical.
  4. Igualdad de oportunidades y trato.

La OIT, siguiendo la línea de la ONU, sintetiza los anteriores principios fundamentales del trabajo decente de la siguiente manera: “(El trabajo decente) resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral. Significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo y que produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad, libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas, e igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y hombres” 

En Colombia, los diferentes gobiernos que han pasado en estos últimos años, a través del Ministerio del Trabajo, han hablado de trabajo decente, alineándose con la OIT y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Además, han pretendido que las leyes que han promovido en materia de empleo y seguridad social estén en pro del concepto. 

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EPM, una de las empresas más grandes de Colombia

Empresas Públicas de Medellín está ubicada en el sexto lugar como una de las mil empresas más grandes de Colombia. Sus ingresos operacionales para el año 2023 fueron de 17.7 billones de pesos y sus ganancias de 3.7 billones. 

EPM es, además, un grupo empresarial que opera negocios en Chile, Panamá, El Salvador, Guatemala, México y por supuesto, en Colombia. Son 19 empresas entre las filiales nacionales e internacionales las que hacen parte del grupo empresarial, la mayoría dedicadas a los negocios de agua, energía y saneamiento. EPM es una empresa industrial y comercial del Estado y su único dueño es el Distrito de Medellín.  

En su informe de gestión del año 2023, EPM menciona que la empresa contribuye con 12 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Entre los objetivos, está el trabajo decente.

El trabajo decente en EPM

Según este informe de gestión de EPM, en el 2023 eran 8.303 trabajadores y trabajadoras al servicio de la empresa.  Sin embargo, en el informe de sostenibilidad del año 2022, la cifra era mayor pues allí está consignado que tenían 8.614, el mismo documento explica que este número incluye aprendices y estudiantes en prácticas. Por su parte, el del 2023 no explica si incluye o no a los aprendices y practicantes. 

La cantidad de trabajadores mencionados anteriormente, solo refleja el número de EPM como tal, es decir, no se tiene en cuenta los trabajadores de las filiales que el grupo tiene en otros departamentos y los demás países donde realiza sus operaciones. Según el informe de sostenibilidad, para el año 2022, el número total de trabajadores del Grupo EPM (con filiales incluidas) era de 16.789. 

Además de los trabajadores directos, en los informes públicos, EPM dice que contribuyó con la generación de 24.340 empleos externos. 

En su “informe de gestión EPM 2023”, la empresa también se ufana de tener el reconocimiento del octavo lugar en el Ranking Merco Talento 2023, entre las 100 empresas más atractivas para trabajar en Colombia y que durante los últimos 14 años se ha mantenido en los 10 primeros lugares del mencionado ranking. Ese ranking ya ha sido actualizado para el año 2024 y EPM aparece en el puesto número 7. 

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Lo que piensa el sindicato 

Sintraemsdes es uno de los sindicatos que tiene presencia en EPM, en Medellín. La visión de la organización, contrasta con lo expresado por la empresa en los informes. Carlos Posada, presidente  de Sintraemsdes Subdirectiva Medellín,, expone una crítica contundente sobre la situación laboral en Empresas Públicas de Medellín. 

Posada afirma que en la empresa no se puede hablar de trabajo decente. Uno de los temas más graves que señala es una reestructuración que habría iniciado la empresa recientemente que busca desvincular a cerca de 2000 de los más de 8000 trabajadores actuales. Esta desvinculación, que se presenta bajo el concepto de «arreglos voluntarios», afecta principalmente a trabajadores con limitaciones por accidentes laborales, enfermedades o próximos a la jubilación. Según Posada, estos acuerdos no son tan voluntarios como se plantea, ya que muchos trabajadores se ven presionados a aceptarlos por temor a represalias o despidos.

Sintraemsdes también destaca la desigualdad en las condiciones laborales entre los trabajadores de la casa matriz y los de las filiales de EPM. Mientras que los de la casa matriz gozan de mejores salarios y prestaciones, aquellos en las filiales reciben una remuneración considerablemente inferior por realizar labores iguales.

 Este escenario, acompañado por lo que Posada describe como una «política de terror», contribuye a silenciar a los trabajadores que temen represalias por protestar o participar en asambleas sindicales.

Otro punto crítico que menciona el presidente de Sintraemsdes es el agotamiento del diálogo social. Si bien existen espacios permanentes de comunicación con la administración de EPM, estos no resuelven los problemas de fondo. Posada también menciona que la empresa ha restringido el acceso de los líderes sindicales a los trabajadores, en el caso puntual de UNE, impidiendo reuniones y dificultando la organización de asambleas. Esta falta de un diálogo real y efectivo refuerza el aislamiento de los trabajadores y limita sus posibilidades de defender sus derechos.

La visión que tiene el sindicato pinta un panorama preocupante en EPM, donde los trabajadores enfrentan una combinación de reestructuración, precarización laboral y restricciones a su participación sindical. Este contexto, según Carlos Posada, refleja la ausencia de trabajo decente en la empresa.

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A manera de conclusión 

El análisis de la situación laboral en algunas de las empresas más grandes de Colombia, y en particular en EPM, revela que, a pesar de los compromisos plasmados en informes de sostenibilidad y de las menciones al trabajo decente en sus discursos, la realidad para muchos trabajadores y trabajadoras, según los sindicatos, dista de lo ideal. La aparente desconexión entre las políticas internas y los principios del trabajo decente pone de manifiesto la necesidad de un diálogo social más auténtico y eficaz, que aborde de fondo las preocupaciones de los sindicatos y de los trabajadores. De la misma manera, pone en evidencia que el respeto por el derecho de asociación puede estar limitado y que la estigmatización hacia el sindicalismo sigue vigente. 

El caso de EPM es un ejemplo claro de cómo las empresas, a pesar de sus cifras positivas y el reconocimiento público, pueden enfrentar importantes desafíos en la protección de los derechos laborales. El «trabajo decente» no debe limitarse a ser un concepto en los informes, sino una realidad que se refleje en salarios justos, seguridad, participación sindical y diálogo social efectivo. 

Para que las grandes empresas de Colombia lideren no solo en ingresos, sino también en derechos laborales, es fundamental que las promesas de sostenibilidad incluyan mejoras concretas en las condiciones de trabajo para todos sus trabajadores. Es importante también el fortalecimiento de las organizaciones sindicales, pues estas son las encargadas de velar por el trabajo decente. 

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