Las mujeres en la Reforma Laboral
En el mes de agosto, el Ministerio del Trabajo radicó ante la Cámara de Representantes una propuesta de reforma laboral con la que pretende abonar el camino hacia la materialización de condiciones de trabajo digno y decente para los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
La propuesta de reforma laboral contempla medidas que abren debates interesantes en torno al cierre de brechas de género en el mundo del trabajo y aquí queremos resaltar algunos de los elementos que retoma la reforma en esta materia.
Primero, abre el debate sobre la economía del cuidado, un tema esencial para la vitalidad de la sociedad. Históricamente, las mujeres han llevado la carga de estas responsabilidades en los hogares y, por extensión, se han visto canalizadas hacia sectores laborales relacionados, como la educación, la salud y el trabajo doméstico remunerado. La propuesta de reforma laboral busca superar la separación tradicional entre el trabajo “reproductivo”, asociado al ámbito doméstico, y el trabajo “productivo”, vinculado al ámbito laboral. Esta perspectiva es más amplia y reconoce otras dimensiones de la vida e identidad de los trabajadores y trabajadoras, destacando que las labores de cuidado generan valor social y defendiendo el cuidado como un derecho humano.
Adoptar esta concepción del cuidado no solo sería beneficioso para las mujeres, sino para la sociedad en general. También se incluyen medidas como la flexibilización de la jornada laboral para aquellos con responsabilidades de cuidado y eso brinda garantías que incentivan a los hombres a asumir roles de padres cuidadores y fomenta la inclusión de más mujeres en empleos formales. Esta perspectiva integral busca transformar la estructura laboral, reconociendo el valor intrínseco del cuidado y promoviendo una mayor equidad de género en el ámbito laboral.
Esta jornada flexible se complementa con la iniciativa de ampliar la licencia de paternidad, ya que, hasta el momento, la normatividad ha reforzado el estereotipo de que los padres “pueden” estar distantes de ese momento inicial de la vida de sus hijos e hijas. La ampliación de la licencia de paternidad también se percibe como una medida afirmativa que ayuda a prevenir la discriminación de las mujeres en etapa reproductiva durante los procesos de selección y promueve la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos e hijas por parte de los hombres que aún no lo hacen.
También es importante resaltar que hay una apuesta por la formalización de sectores en los que persiste la informalidad y el desconocimiento de derechos laborales. El trabajo doméstico es uno de ellos. Aproximadamente el 95% de las personas que allí laboran son mujeres. La estrategia del Ministerio del Trabajo en este sentido es impulsar la inscripción del contrato laboral de estas trabajadoras y trabajadores en una base de datos que dispondrá para tal fin, medida que, aunque no es suficiente, si permitiría identificar a empleadores y empleadoras de este sector con miras a prevenir la vulneración de derechos a través de proceso de inspección. Además, se abre una ventana de oportunidades para la negociación colectiva que es una deuda histórica para con estas trabajadoras.
También celebramos la intención de ratificar el Convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso. Mientras eso ocurre, la reforma laboral señala que el Ministerio del Trabajo reglamentará los protocolos, comités, herramientas y mecanismos necesarios para garantizar la eliminación de violencia, el acoso y la discriminación en el mundo del trabajo.
Estas iniciativas son una decisión importante por parte del Gobierno Nacional para aportar al cierre de brechas de género como una forma de transitar hacia sociedades más democráticas y con justicia de género.
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