Reivindicamos las perspectivas feministas y de género que cuestionan el sistema patriarcal dominante, en el que factores como la división sexual del trabajo, los usos del tiempo, las responsabilidades familiares y en general las brechas de género en el acceso a los derechos humanos, limitan el ejercicio del poder y la participación política de las mujeres, así como de poblaciones diversas. En este sentido, promovemos la incorporación de un enfoque diferencial e interseccional en todo nuestro que hacer, donde además de considerar la histórica discriminación basada en clase y género, abogamos por el reconocimiento de otras formas de discriminación relacionadas con la etnia, el lugar de origen, la generación, las preferencias sexuales, la situación de discapacidad, entre otras.
Entre los principios de nuestra Corporación se encuentra la justicia social y de género, con el que hacemos alusión a la igualdad formal y real en el acceso a oportunidades para el ejercicio de los derechos humanos y laborales con independencia de la identidad de las personas, sobre la que se han instalado prejuicios que se traducen en desigualdades sociales y sobre las que se hace necesario adoptar medidas transformadoras para su desmonte.
Estas premisas nos permiten problematizar la relación producción-reproducción en aras de superar tensiones y ofrecer garantías de derechos. En esta dirección, desde la Corporación Voces por el Trabajo, sugerimos una mirada crítica, reflexiva y transformadora de los estereotipos basados en la identidad de las personas. Reconocemos los avances en la incorporación de discursos de género y de clase en el mundo del trabajo y apostamos por reafirmar estos debates a través de la formación, la educomunicación, la investigación y el acompañamiento organizacional.